miércoles, 5 de agosto de 2020

Vendedores de humo

La facultad de humanidades sigue haciendo lo que mejor sabe hacer, vender humo y engañar a los estudiantes ofreciendo posgrados que apenas tienen salidas laborales. Si esta carrera es de por sí inservible, en lo que sí destacan algunos de sus asalariados es en vender bien un producto carente de valor y de nula utilidad. Y no lo hacen en favor de los torpes matriculados que vienen huyendo de los estudios que les son vedados (carreras técnicas), sino en beneficio propio, es decir, con la clara finalidad de justificar el sillón de los docentes al que están bien acomodados. 

¿A cuántos estudiantes ha empleado el doctor Juan Luis Montero Fenollós como arqueólogos? ¿Cuántos puestos de trabajo ha creado, además del suyo propio, en esta universidad? 

No nos engañemos, el que de verdad sabe a lo que entra en la facultad de humanidades aspira, como mínimo, a quedarse en la propia universidad, y el que no, solo viene para hacer bulto y pagar las tasas. Pero para quedarse en el ámbito académico necesitas algo imprescindible, padrinos. Si no los tienes, mejor es que abandones el centro y cambies de carrera. La universidad española es el único ámbito donde para ser funcionario no es preciso pasar un duro examen en concurso-oposición, el itinerario es muy diferente. Aquí, consigues más adhiriéndote a un partido y haciendo amigos que demostrando tu mérito y capacidad profesional. Esa es la verdad de la universidad española, así funciona.

Con todo esto, ¿qué clase de graduados, maestros y doctores salen de esta facultad? Pues todo lo contrario a lo que anuncian y tratan de vendernos: gente sin futuro, sin criterio, sin conocimientos prácticos y verdaderamente acríticos, porque no han sabido ni percibir el engaño durante toda su carrera. Y si alguno logra ser la excepción, tened por seguro que será un profesional de perfil bajo, un mediocre asalariado.

Aquí no encontrarás sólidos intelectuales, comprometidos humanistas, grandes eruditos, sino un montón de aduladores, acosadores y, sobre todo, vendedores de humo.